La confianza en el Liderazgo – Parte III

Continuando con nuestra contextualización sobre la confianza en el Liderazgo para Equipos de Desempeño Superior, hoy nos dedicaremos a reflexionar sobre los otros tres factores, que a nuestro juicio, la constituyen.

El tercer factor está relacionado con los conocimientos, habilidades técnicas y personales que hacen al Líder competente para su cargo.

Al definirse la confianza como la seguridad o fe que el equipo tiene en su Líder de que puede conducirlos hacia el éxito, es fundamental que cuente con los conocimientos y habilidades tanto técnicas y personales que se requieren.

Saber cómo hacer bien el trabajo y enseñar a sus colaboradores a lograr el dominio de los diversos procesos y procedimientos de trabajos, es una responsabilidad ineludible de quién los dirige; esto no implica que el Líder debe saber hacer todo, ser un alto especialista o dominar todos los detalles del trabajo, pero si debe poseer la suficiente experiencia como para guiarles, para enseñarles, para orientarles en las mejoras necesarias, y también para “meter las manos en la masa” cuando las circunstancias así lo requieran.

El líder también debe dominar técnicas o habilidades referidas a negociación, análisis de problemas, toma de decisiones, manejo de conflictos, manejo personal, retroalimentación al desempeño, manejo de situaciones personales, entre muchas otras, habilidades denominadas “blandas” que le permitan gestionar exitosamente los retos que se le presenten al equipo.

En consecuencia, este factor plantea que el Líder es por naturaleza un “experto” y un “maestro”, un modelo, un ejemplo o referente en el dominio de esas capacidades ante sus colaboradores.

Normalmente las capacidades aquí mencionadas, se encuentra muy desarrolladas en quiénes asumen el rol de Líder de equipo, ya que suele ser un profesional o técnico con trayectoria en el área o especialidad y en la empresa; sin embargo, no se trata sólo de saber hacer, se trata también de poder transmitir todo ese bagaje de conocimientos y experiencias a la gestión del equipo.

Un Líder es competente para su cargo cuando:

  1. Tiene amplios conocimientos y experiencia en su especialidad o área profesional.
  2. Posee un alto dominio de técnicas y habilidades “blandas” y las pone al servicio de los resultados del equipo.
  3. Es un referente para su equipo y para otros en la resolución de problemas relacionados con su área de experiencia.
  4. Incrementa sus conocimientos técnicos y habilidades personales a fin de estar preparado para lo que demande el futuro.
  5. Entrena a sus colaboradores en los procesos, procedimientos, técnicas y herramientas necesarias para el trabajo.
  6. Orienta o guía permanentemente a sus colaboradores en diversos aspectos de la gestión individual y colectiva.

El cuarto factor está referido a la manera afectiva como se relaciona con sus colaboradores y elude a la forma como el Líder construye y mantiene una interrelación cercana con su equipo y con sus miembros.

Relacionarse afectivamente significa promover comportamientos que generen vínculos con los otros; e implica un proceso que involucra el ámbito emocional de quiénes interactúan. En una relación afectiva con los demás se desea dar, pero también recibir; se desea escuchar y ser escuchados, se desea comprender y ser comprendidos.

Implica también para el Líder, dar lo mejor de sí; a ser amistoso, amable y sensible, elogiar sus ideas, aceptar sus contribuciones, respetar sus diferencias, reconocer los resultados, celebrar los éxitos y disfrutar el trabajar con ellos.

Importancia vital en este aspecto es mantener y promover una comunicación permanente, abierta, transparente y cercana; reatroalimentar oportunamente sobre el desempeño y las mejoras necesarias y contribuir, en la medida que sus habilidades lo permitan, con la solución de situaciones personales de los colaboradores que puedan afectar el buen rendimiento profesional y laboral.

Las dificultades que se pueden presentar en este ámbito, están relacionadas con la falta de valoración y apreciación personal, a la falta de comprensión, de empatía, a no ver las cosas como “el otro” las ve y a respetar otros puntos de vista. La aceptación y reconocimiento del otro, como un legítimo otro, ayuda a superar estas actitudes negativas y a mejorar la relación y cercanía con otras personas.

Un Líder se relaciona de manera afectiva con otros, cuando:

  1. Trata a los otros de forma cercana y amistosa.
  2. Se comunica afectivamente y escucha con empatía.
  3. Promueve la participación, es receptivo a los aportes e ideas de sus colaboradores.
  4. Es oportuno en la retroalimentación sobre el desempeño individual y colectivo.
  5. Reconoce resultados y logros; celebra los éxitos.
  6. Disfruta trabajar con otros, respetando sus diferencias individuales.

El quinto y último factor que constituye la confianza, a nuestro entender, se refiere a la lealtad del Líder hacia su equipo y cómo protege y da la cara por sus colaboradores e implica un sentimiento de respeto y fidelidad a los compromisos adquiridos para con ellos.

La lealtad en el liderazgo exige la defensa del colaborador ante situaciones laborales que lo puedan afectar personal o profesionalmente; el respeto a los esfuerzos para alcanzar los objetivos definidos, pero también el respeto sincero a las necesidades y expectativas del equipo; requiere que se tomen las decisiones y se maneje el conflicto de manera oportuna y efectiva; y que se dé la dirección necesaria para asegurar los resultados, evitar el re trabajo y afectar la moral del equipo.

También implica mostrar compromiso y esfuerzo para con la capacitación y el desarrollo de las competencias necesarias para realizar con éxito el trabajo, así como nuevas capacidades que permitan el crecimiento de los colaboradores a posiciones de mayor responsabilidad en la organización.

La lealtad, como cualquier otro sentimiento, es bidireccional y puede tener sus altibajos, en especial, cuando es necesario mostrar al colaborador, que ha hecho algo de forma incorrecta, y ayudarlo a identificar cómo mejorar en su trabajo, proporcionando orientación y apoyo.

La misión de un Líder es conseguir que, cada uno de sus colaboradores y el equipo como un todo, den lo mejor de sí mismos para obtener el desempeño superior.

Un Líder es leal cuando:

  1. Confía en sus colaboradores, en sus capacidades y en su compromiso para con el equipo.
  2. Muestra una preocupación genuina hacia sus colaboradores, primero como persona y luego como trabajadores.
  3. Defiende a sus colaboradores de situaciones laborales que los puedan afectar personal o profesionalmente.
  4. Toma decisiones y maneja el conflicto de manera efectiva y oportuna.
  5. Promueve oportunidades de formación y crecimiento profesional.
  6. Realiza la retroalimentación al desempeño como un mecanismo de desarrollo permanente.

De esta forma hemos proporcionado un contexto de los cinco factores (5) que permiten a un Líder generar confianza en sus seguidores; y hemos enumerado algunos comportamientos ejemplos.

Estamos seguros que juntos podemos seguir construyendo grandes reflexiones sobre la confianza como una variable del Liderazgo para Equipos de Desempeño Superior. Quedamos a la espera de tus aportes; serán bienvenidos al igual que sus comentarios o preguntas.

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