Hoy les propongo iniciar estos tips con el significado de la palabra “Equipo” diciendo que se trata de un grupo de personas que se organizan o unen para realizar una actividad, trabajo o alcanzar alguna meta en común.
También es cierto que este término “Equipo” puede usarse en diferentes contextos. Por ejemplo, podemos decir el equipo de trabajo o el equipo de futbol, pero también puede referirse a objetos o seres no pensantes, así podríamos decir el equipo de buceo que utiliza el buzo que le permite sumergirse en las profundidades del agua y permanecer en ella con el oxígeno y seguridad suficiente por el tiempo necesario y así realizar el trabajo o actividad definida.
Hecha esta diferencia nuestras reflexiones estarán enmarcados para los equipos integrados por individuos, por seres que piensan y actúan en función de sus creencias, metas, objetivos o razón de ser que les dio origen a unirse u organizarse.
En este contexto, quiero traer un pensamiento de Aristóteles que en lo personal he utilizado a lo largo de mi vida, tanto en el ámbito familiar, deportivo y con mucha profundidad en el laboral. Dice así: “El todo es más que la suma de las partes”. Cuando logramos tener esta mirada y mucho más cuando un equipo logra actuar de esta manera sus resultados se potencian y sus interacciones son diferenciadoras con respecto a otros equipos.
Es muy diferente observar los integrantes de un equipo de manera individual con sus cualidades o capacidades, que ver ese potencial como un todo, solo así se tiene una visión sistémica de la situación, se logran sinergias que producen resultados exitosos y, a mi entender aquí también aparece el mundo de la interdependencia, en donde cada quien tiene sus responsabilidades definidas y claras pero nunca pierde la mirada o realidad del otro o los otros, para así también hacer suya la necesidad de ese otro integrante del equipo.
Para explicarme un poco más usare un ejemplo con la situación ocurrida en la Copa América que se jugó en Argentina en el año 2011 en el juego entre Paraguay y Venezuela. Seguramente existen muchas y mejores situaciones que nos pueden mostrar este fenómeno que nos dejó Aristóteles, pero en esta ocasión permítanme usar nuevamente el deporte como una fuente para explicar lo propuesto.
En un equipo de futbol como ustedes seguramente conocen hay once jugadores, están los delanteros, mediocampistas, defensas y porteros. Antes de iniciar un juego el Director Técnico decide quienes salen a jugar y a cada uno de sus jugadores le da unas responsabilidades que obedecen a una estrategia de juego. Unos defienden, otros son el cerebro del juego y otros hacen los goles; esto es en la teoría, pero justamente la diferencia entre un equipo ganador y otro que no lo es, está en la capacidad que tienen los jugadores de hacer las cosas que les fueron encomendadas y otras que tal vez no le fueron asignadas, pero que en un momento crítico son relevantes para alcanzar un resultado.
En este juego de futbol cuando estaban en el minuto 90, Venezuela perdía ante Paraguay 3 x 2, necesitaba ganar para llegar invicta en esta primera fase el torneo; lo cierto fue que ya para culminar el partido hubo un tiro de esquina a favor de la Selección Venezolana, en ese momento el portero venezolano Renny Vega corre desde su arco para formar parte del ataque y ayudar a sus compañeros a empatar el juego (aquí está la interdependencia).
Pues bien, estando Vega en el área grande de la Selección de Paraguaya, Juan Arango ejecutó un tiro de esquina y es nada menos que Renny el que cabecea hacia la portería contraria y se la pasa a Grendy Perozo otro jugador venezolano que a su vez logra anotar el gol y así empatar el juego. ¿Era responsabilidad del portero venezolano hacer el gol? Tal vez no estaba en la estrategia inicial porque él estaba justamente para evitar los goles contrarios, pero lo que si estaba claro para Vega es que tenía que ayudar a sus compañeros a lograr el triunfo. Todo los demás es historia.
Este es como les mencioné uno de los tantos ejemplos que nos pueden explicar la diferencia entre equipos éxitos y no éxitos, y del fenómeno de la interdependencia que permite a los integrantes hacer lo que se deba hacer para garantizar un resultado; en un equipo o ganan todos o pierden todos.
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